Los Electrodomesticos
::
Aire
Acondicionado ::
Secador de pelo
:: El
teléfono ::
La televisión
:: El
DVD :: La
aspiradora
:: La
lavadora :: El
refrigerador
:: Cocina
o estufa
El
secador de pelo
El
moderno secador eléctrico para el cabello fue el fruto
de dos invenciones que nada tenían que ver entre sí:
la aspiradora y la licuadora.
Su
punto de origen es bien conocido: Racine, Wisconsin. y dos de
los primeros modelos, denominados “Race” y “Cyclone”,
aparecieron en 1920, los dos fabricados por empresas de Wisconsin:
la Racine Universal Motor Company y la Hamilton Beach.
La
idea de secar el pelo por medio de una corriente de aire se originó
gracias a los primeros anuncios de la aspiradora doméstica.
En
la primera década del siglo XX era costumbre asignar varias
funciones a un solo aparato, especialmente a los electrodomésticos,
puesto que la electricidad era ensalzada como la energía
suprema de la historia. Esta estratagema incrementaba las ventas,
y el público se había acostumbrado a los dispositivos
multifuncionales.
La
aspiradora no fue una excepción al respecto. Uno de los
primeros anuncios del aparato llamado Pneumatic Cleaner presentaba
a una mujer sentada ante su tocador, secándose el cabello
con una manguera enchufada en la aspiradora. Con un criterio que
consistía en preguntar por qué malgastar aire caliente,
el texto del anuncio aseguraba a los lectores que, si bien la
parte frontal de la máquina aspiraba y eliminaba el polvo
y la suciedad, la posterior generaba una corriente de aire fresco
y puro. Aunque las primeras aspiradoras se vendían en cantidades
moderadamente satisfactorias, nadie sabe hasta qué punto
sus usuarios sacaron el mejor partido de ellas.
Sea
como fuere, había nacido la idea de secar el cabello mediante
una corriente de aire. Lo que retrasó la aparición
de un secador eléctrico manual para el cabello fue la ausencia
de un motor pequeño y eficaz pese a su escasa potencia
(lo que entre inventores se conocía técnicamente
como “motor de fracción de caballo”). Aquí
entra en escena la licuadora.
Racine,
Wisconsin, es también la patria de la primera mezcladora
y licuadora para obtener batidos de leche. Aunque no se patentaría
la licuadora mezcladora hasta el año 1922, durante más
de una década se habían hecho esfuerzos para perfeccionar
un motor de escasa potencia, particularmente la Racine Universal
Motor Company y la Hamilton Beach.
Por
tanto, en principio, la descarga de aire caliente de la aspiradora
llegó a casarse con el motor compacto de la licuadora para
producir el moderno secador de cabello, fabricado en Racine. Voluminoso,
deficiente en energía, bastante pesado y con frecuentes
recalentamientos, el primer secador manual fue, sin embargo, más
eficaz para dar forma a los peinados que la aspiradora, y fijó
la tendencia para las décadas siguientes.
Los
perfeccionamientos introducidos en los años treinta y cuarenta
incluían diversos mandos para la temperatura y las velocidades.
La primera variación importante en los secadores portátiles
apareció en el catálogo de Sears, Roebuck correspondiente
a otoño-invierno de 1951. Este dispositivo, que se vendía
a 12,95 dólares, consistía en un secador manual
y un gorro de plástico rosa unido directamente a la boquilla
sopladora, y que se ajustaba a la cabeza de la mujer.
Los
secadores de cabello adquirieron popularidad entre las mujeres
desde el primer año de su aparición, pero sólo
a fines de los años sesenta, cuando los hombres empezaron
a experimentar las dificultades de secar y peinar los cabellos
largos, se expandió rápidamente el mercado para
estos aparatos.
¿Cómo
funciona?
Los
secadores de pelo tienen un pequeño motor que funciona
como un ventilador con aletas, forzando aire a través de
una resistencia caliente que se encuentra alrededor del conducto
de salida.
Ésta
resistencia está controlada habitualmente y según
los modelos, por un protector térmico que evita que, en
caso que el ventilador no encienda, se derrita el tubo que generalmente
es de plástico.
Algunos
modelos son sólo de aire caliente, por lo que tienen una
sola perilla que enciende todo (resistencia y motor); y otros
son duales, es decir frio-calor con dos perillas para cada una
de las funciones.
Los
hay también con perillas de encendido que regulan la velocidad
de tiro del aire; pero lo que más nos importa es que las
fallas se producen irremediablemente en las perillas de encendido
debido al uso intensivo de éstas, por lo que será
necesario revisarlas como primera medida.
Algunos
motores tienen carbones (pequeños carboncitos que se ajustan
alrededor de la bobina o eje del motor) y cuando están
gastados pueden ocasionar que el secador funcione lento o falle.
Es
habitual que la resistencia se rompa luego de alguna caída
o algún golpe fuerte.
Fuente:
"Las cosas nuestras de cada día" de Charles Panati.
|