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o estufa
La
lavadora
Durante
siglos toda la ropa se lavaba a mano, restregándola y golpeándola
a orillas de los ríos. Estos métodos se siguieron
usando hasta muy temprano del siglo XX, porque la lavadora eléctrica,
inventada por Alva Fisher, se masificó solo cuando la electricidad
se volvió un servicio común.
Sin
embargo, los orígenes de este aliado casero se remontan
a 1780, cuando Robinson de Lancashire patentó una máquina
para lavar y escurrir la ropa. Luego, dos años más
tarde, Henry Sidgier ideó un artefacto operado manualmente,
compuesto por un tonel de madera y una manivela. En 1858, el fabricante
estadounidense Hamilton Smith agregó al tambor un engranaje
que permitía su rotación en ambos sentidos.
En
1880, en un intento por masificar el lavado y secado de ropa de
los hospitales de Crimea (Ucrania), se construyó otra máquina
que hacía ambas funciones.
Finalmente,
en 1901, hizo su aparición la primera lavadora eléctrica
-precursora de la que hoy usamos- gracias a Alva Fisher. Este
inventor aplicó un motor eléctrico a un tambor metálico.
Con
respecto a la invención de lo lavadora automática,
su crédito se la disputan las compañías Bendix
Corporation (1937) y la General Electric (1947). En todo caso,
estas eran tan caras e inseguras (había que sacar la ropa
a través de dos rodillos que estaban en la parte superior)
por lo que solo después del término de la Segunda
Guerra Mundial se inició el despegue en las ventas de las
lavadoras.
En
los ´60, se incorporaron algunas innovaciones tecnológicas,
como el tambor mecánico, el centrifugado y un control temporizador.
Años más tarde basado en sistemas informáticos,
se empezó a usar el microprocesador que controla el funcionamiento
de las distintas opciones de lavado.
La
lavadora y su funcionamiento
El funcionamiento de cualquier lavadora se basa en la mezcla del
agua, el detergente y la ropa sucia. En el caso de las automáticas,
este se propicia por el giro del tambor, que es un recipiente
metálico con numerosos agujeros para que fluya el agua.
El movimiento giratorio de este es provocado por un motor eléctrico
que está unido al tambor, mediante un eje que se encuentra
dentro de la carcasa (cubierta) de la lavadora. El motor recibe
la energía eléctrica por una entrada que proviene
del enchufe y que es manejada por un conmutador. Este es regido,
a su vez, por un microprocesador que contiene toda la información
programada para controlar las distintas opciones del lavado.
En
la actualidad, el uso de una lavadora es un asunto muy sencillo.
Luego de cargar la ropa al interior de la lavadora, se coloca
el detergente y otros complementos (suavizante y blanqueador)
en los compartimientos respectivos.
Luego,
en los controles que pueden tener forma de pulsadores automáticos
o de panel con pantalla LCD, se seleccionan los distintos programas
relacionados con los ciclos de lavado, su velocidad, el tipo de
tejido, la temperatura del agua y otros más específicos.
Algunas lavadoras automáticas cuentan con un sistema "fuzzy",
que es una opción que permite medir el peso de la ropa
y, según el resultado, regular automáticamente la
cantidad de agua y detergente necesarios para funcionar eficientemente.
Finalmente,
sobre la ropa comienzan a caer el agua y los jabones. Luego, el
tambor gira y se produce la mezcla con que se inicia el lavado.
Conforme
el tambor da vueltas se van produciendo una serie de contactos
entre el microprocesador, el motor y las válvulas de entrada
y salida de agua, a partir de estos se van desarrollando las distintas
etapas del lavado.
Sus
característícas
Según su funcionalidad, existen diversos tipos: están
las automáticas, las semiautomáticas y con secadora
y, también, están las de carga superior o frontal.
Otros aspectos diferenciadores son su capacidad de carga (entre
4,5 y 11 kilos) y las revoluciones por minuto que dé el
tambor (que van desde 400 a 1.600).
Consejos
de eficiencia energética
- Tratar de evitar el uso de la lavadora en horario punta, entre
las 20:00 y las 24:00 horas. De esta manera no se recargará
la instalación domiciliaria ni el sistema. Todas las sobrecargas
de energía aumentan la pérdida de ella.
-
Seguir las instrucciones del detergente que se va a usar para
tener un lavado más efectivo. Esto, porque si se usa más
cantidad del indicado, la ropa puede requirir más enjuagues.
-
Utilizar el programa más apropiado para la ropa que se
lavará y, en lo posible, remojarla previamente.
-
Utilizar el ciclo de agua caliente solo cuando sea imprescindible.
-
En el lavado, racionalizar la cantidad de agua utilizada. Esto
porque en los procesos de bombeo y producción de agua potable
y de tratamiento de aguas servidas se usa energía eléctrica.
-
Centrifugar la ropa lo menos posible, así se ahorrará
más energía al no usar este programa y después
al planchar menos la ropa.
-
Limpiar frecuentemente el filtro de pelusas de la máquina,
ya que un óptimo rendimiento garantiza un menor consumo.
Hacer esto ojalá después de cada uso.
-
Tratar de acumular la mayor cantidad de ropa para hacer una sola
carga. Esto, porque lavar una sola prenda puede gastar la misma
energía que si se lavan varias.
Los detergentes

Consisten en una mezcla química de principios activos (enzimas,
blanqueantes, etc.). Varían su composición según
el uso que se les dé: para lavado a mano, en lavadora,
para ropa blanca, etc.
Lavadora para ciegos

La Organización Nacional de Ciegos de España junto
a la empresa New Pol, sacó al mercado hace un par de años
la primera lavadora adaptada para personas ciegas, la S11E. Esta
incorpora el lenguaje Braille en los mandos de su panel frontal
para que las personas invidentes puedan usarla con facilidad.
Esta máquina emite además sonidos de encendido y
finalización del ciclo de lavado.
Lavadora sin agua

El
año pasado, estudiantes de la Universidad Nacional de Singapur
inventaron una lavadora que es capaz de limpiar la ropa sin usar
agua. En su reemplazo, este aparato bombardea la ropa con iones
negativos, aire comprimido y desodorantes. Aunque sus creadores
no explicaron mayormente el modo de funcionamiento de este aparato,
señalaron que esta lavadora no es un sustituto de la tradicional,
sino un complemento.
Lavadora portátil

Conocida
como Astone Mobile Washer, esta lavadora portátil será
lanzada al mercado en junio de 2006 y resultaría perfecta
para viajes en auto, alojamiento en camping u hotel. Tiene un
diseño muy funcional: pesa solamente 2 kg, y cuando está
inflada y completamente armada puede contener hasta 6,5 litros
de agua. Costará alrededor de 70 dólares.
Lavadora inteligente

Una compañía japonesa lanzó hace unos años
un modelo de lavadora que dispone de conexión a Internet
y una pantalla LCD para comunicarse con su dueño. Además,
la lavadora es capaz de leer la información de la ropa
que tenga "etiquetas inteligentes" (o Smart tags). Pero,
lo más interesante es que cuando el lavado finalice, la
lavadora podrá enviar a su usuario un mensaje de texto
vía celular (SMS) o un mail.
Etiquetas de eficiencia energética

Con el fin de informar sobre la eficiencia de energía de
un electrodoméstico en Europa existe la "etiqueta
energética". Esta incluye -aparte de la información
del fabricante (marca, modelo, etc.)- una barra de colores con
la que se establece una escala de eficiencia. Esta va desde la
clase A (color verde), la más eficiente, hasta la clase
G (color rojo), que es la menos eficiente. Una adaptación
de este etiquetado se quiere aplicar en Chile. Para ello, el Programa
País de Eficiencia Energética, la Superintendencia
de Electricidad y Combustibles, el Instituto Nacional de Normalización
y la Fundación Chile están trabajando en el programa
llamado “Etiqueta de Eficiencia Energética”.
Esta en un principio se usaría en refrigeradores e iluminación
y sería una norma obligatoria a partir de diciembre de
este año. Otro ejemplo de estos sellos es el Star Energy,
de Estados Unidos, que es un programa voluntario de etiquetado
para la eficiencia, energética iniciado en 1992.
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